jueves, 9 de julio de 2015

Lo positivo y lo común.

Sobre los atentados sucedidos en Bogotá la semana pasada y los capturados:

En días como estos me siento de la peor manera, me siento tan pequeña, es duro despertar y darse cuenta que seguimos viviendo en la absurda dictadura disimulada por los lamebotas de los medios de ''comunicación'', siempre ha dolido y más ahora cuando son personas cercanas a mí, que
comparten los mismos sueños por los cuales decidimos estudiar lo que estudiamos y movilizarnos.

Nuevamente queda demostrado la preocupación del Estado por acallar las voces discordantes y el pensamiento crítico, queda exhibido de nuevo su interés innato de reprimir, asesinar, desaparecer y silenciar. Pero aun así inflan el pecho y osan llamarnos ''terroristas'' cuando arremeten en la persecución de los líderes sociales y la estigmatización de la universidad pública y frente a eso hay que recordarles que la U. Pública no es ningún ''nido de terroristas'' ni ningún ''campamento insurgente'', la universidad pública es un estandarte de la academia colombiana y promotora del pensamiento crítico, pero al parecer esto si es el peor delito.


A Salvatore Mancuso le imputaron extradición y 12 años de prisión por paramilitarismo, 12 años por su responsabilidad en masacres, amenazas y atentados con pruebas y testimonios bastante certeros, pero vemos como en un hecho totalmente absurdo y confuso, con una captura que podemos considerar ilegal y sin pruebas contundentes pretenden encerrar 32 años como criminales a estudiantes y profesionales que nunca habrán empuñado un arma en su vida pero son señalados de terroristas por un estado fallido y genocida, su único crimen fue estar comprometidos con la transformación social y quiero que quede constatado que en este país, estudiar y trabajar en pro de los derechos de la clase popular es más peligroso y criminalizado que masacrar pueblos enteros.

Exigimos la libertad de los compañeros y compañeras capturados, no queremos otro ''Caso Lebrija'', solidaridad con el Congreso De Los Pueblos.

#NoMasFalsosPositivosJudiciales.

viernes, 3 de julio de 2015

Días.



Y la vida seguirá su curso
Aunque aveces pareciera que sólo pasan los días
Aunque aveces pareciera que carece de sentido.
Estaré aquí, en el tejado.
Contando los crepúsculos
Palpando las estrellas
Sintiendo el viento mientras espero la noche
Estaré aquí creando melodías con la bulla callejera
De pié en el borde de la periferia
Estaré tomando un respiro.

Estaré viendo la humanidad despilfarrada en los afanes y esperando que los sueños nunca dejen de emerger despidiendo un un mes mas, abriendo la ventana al séptimo del año. Estaré mirando las nubes con la esperanza de ver tu rostro en una de ellas, usaré mi vestido más bonito mientras espero a que vuelvas aunque sea con un respiro o un golpecito de aire, escudriñaré los cielos en la noche para ver si en alguna parte de su espesura te encuentras, estaré esperándote como si nada hubiese sucedido. 
Abriendo la ventana esperando el alba. 

Aunque te sigo viendo en las sonrisas de los niños, en los colores de la ciudad, en los atardeceres y en los carritos de mercado ¿Volverás? Sí, si volverás, cada vez que te recuerde. Sé feliz y libre, te quiero.

Y seguirá su curso, la vida, las urbes, los afanes y los sueños, las muertes, el desespero, la tenacidad y la esperanza, porque así debe ser. Seguirá su curso, como debe s e r.

domingo, 28 de junio de 2015

Floreciendo.

Aun hay quienes se preguntan  -Y nosotros también a veces nos lo cuestionamos- ¿Por qué seguimos cultivando flores entre las trincheras? si al fin y al cabo ellas y nosotros somos perseguidos por el peligro, con el fin de marchitarnos, con oleadas de fríos feroces y salvajes sequías, o con disparos, bombas y granadas ¿Por qué seguimos levantándonos inmediatamente después de cada caída? y sacudiéndonos el polvo, limpiando las heridas y poniendo hielo a las hematomas que nos quedan después de cada zurra, ¿Por que seguimos caminando hacía un horizonte que se aleja? Mientras sembramos semillas al andar, en medio de la miseria y el olvido ¿Por qué ignoramos el hecho de que han destruido nuestra tierra y ha quedado infértil? Que han reventado algunas flores con genocidio y napalm ¿Por que la necedad se infiltro en nuestro ADN? ¿Por qué seguimos sembrando y arando en tierra seca?.

No lo sé, pero la vida a veces no entiende de razones cuando subvertimos las leyes del tiempo y espacio, las leyes biológicas y químicas. Parece que esa necedad es más fuerte, que esa necedad que despierta un día al conocer la rabia es directamente proporcional al amor, que es esa certeza de la vida, que nos trastorna y nos vuelve necios, a tal punto que hacemos brotar flores entre las trincheras, entre las rocas y el asfalto, entre la mierda y los escombros, la tierra parece nutrirse de una nueva composta, somos el abono que ningún cañón podrá desnutrir jamás, así es nuestra vida que a veces no entendemos, así es la Lucha, que florece en la adversidad por lo tanto, siempre crece, firme y fuerte. Así somos nosotros: Los necios que seguimos floreciendo en el asfalto y la sequía. 


Dibujo hecho para Luisa Fernanda Preciado y en cierta medida el texto también es para ella. 

sábado, 27 de junio de 2015

Pacifico



Lo siguiente fueron apuntes hechos en mi reciente viaje a Guapi en el Cauca, una tierra que me llevo a entender realmente el valor del amor y los sueños, una tierra en la cual experimenté cosas hermosas: Fue mi primer acercamiento con el litoral del pacífico, fue mi primera vez en barco y en este viaje conocí el mar. Así que, les comparto mi experiencia:


Buenaventura:
‘’…en la costa del Pacífico hay un pueblo que lo llevamos
en el alma, se nos pegaron y con otros lo comparamos,
allá hay cariño, ternura, ambiente de sabrosura,
los cueros van en la sangre del pequeño
hasta el más grande.
Son niches como nosotros, de alegría siempre en el rostro.
A ti mi Buenaventura con amor te lo dedicamos. ’’
                                               
De Buenaventura usualmente nos cuentan muchas cosas, como por ejemplo que posee uno de los puertos más importantes del país, por el cual entran y salen mercancías tanto de Buenaventura como del país, nos cuentan también que es un paraíso de la salsa en el cual se baila muchísimo y se disfruta del sabor caleño. Más al llegar nos vimos confrontados con una realidad complicada y dolorosa, entre hedores de pescados e icopor nos preguntamos ¿Dónde está el paraíso? Mientras llegábamos al puerto que nos aguardaba pudimos ver casuchas hechas con palafitos, con maderas podridas que lograban que sus pisos no se empaparan tanto con el agua contaminada del río, contaminado no sólo de basura sino también de miseria. En esas humildes casuchas vimos también a los niños, desnutridos que aún con los huesos forrados bajo su negra piel contaban con unas pronunciadas panzas.

 -La panza se le pone así a uno cuando toma agua del río
-¿Y por qué toman agua del río?
-Por qué tenemos sed.[1]

Y en el puerto, ¡Qué cosa más increíble! Una variedad de afrodescendientes allí, mujeres, hombres, jóvenes, flacos, altos, bajos, viejos pero eso sí, todos muy fuertes, más de lo que pudieran parecer, sobre sus espaldas llevaban grandes cajas de mercancías, de todo tipo y de toda marca, una caja grandota, otra más pequeña, un gran arrume de cajas pero eso sí, nunca descansaban. Sólo espero que las grandes marcas como HP, Black&Decker, Avon, Dell estén muy agradecidas con ellos, ya que hacen una parte fundamental para su funcionamiento, pero a juzgar por sus casas y sus desgastados cuerpos parece que no es así y esta no es cosa que deba extrañarnos conociendo como es que se terminan enriqueciendo estas empresas, no nos queda de otra sino preguntarnos ¿Cuánto pagaran a estos hombres y mujeres fuertes? ¿Por qué esto no lo sacan en el comercial de la familia feliz a causa del consumo? Bueno, a veces es preferible que esas preguntas se queden sin respuestas, para evitar un poquito el dolor de patria.









[1] Esta conversación fue sostenida por un compañero con un niño de Guapi.

Llegué al borde del país, para darme cuenta que en todas partes se sufre, que sufren los pescados que mueren por los hombres y los hombres que mueren porque sufren por no pescar.

Vi el mar, y se derramo el mismo a través de mis ojos, vi lo que ya había visto en cada sitio que mis pies han pisado. 
La desgracia se ha expandido, la miseria es tan amplia como el mar, sufre el mar lleno de miseria, sufrimos nosotros también de una forma distinta.


Vi las casuchas hechas con maderas podridas y ahuecadas, vi los hombres y mujeres que son más fuertes de lo que parecen, vi morir la tarde, la ilusión y también vi cómo se desangró la esperanza. También vi caminar a la muerte, altiva y engreída creyendo que nos ha vencido, y por un momento parece así, parece que el egoísmo y la locura ahora dominan la tierra; Parece que la muerte ha triunfado finalmente, parece que nunca tuvimos oportunidad ante ella, lo que habíamos de perder lo perdimos hace tiempo...


Pero por favor, no me digan que no hay esperanza, no les permito que me digan que todo está perdido, no es que vaya a creerles -Eso nunca- pero necesito saber que hay otros como yo, que habemos quienes queremos seguir jugando la partida aunque desde el inicio la mano parezca estar perdida.


Tampoco les permito que hablen del pacífico de forma lastimera, no necesitamos la lastima de nadie, todos somos un mismo pueblo, olvidados y oprimidos aunque en distinta magnitud, no permito que hablen de lo que hay más allá del ancho mar para decir que todo está perdido.

La necedad nos ha parido con toda la fuerza y el dolor del desgarro de su útero, y aquí y allá seguimos siendo necios. 
No permito que hablen del Pacífico sin hablar de su gente, su alegría, su historia, sus lágrimas, su música y sus sonrisas, sí, esas que siguen fluyendo aún cuando la gente cree que todo está perdido.

Guapi:


''Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas


defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos''



 -Mario Benedetti.
Sólo cuando pise la tierra Guapireña entendí realmente el significado de ese poema y de ser maestra, al ver a los hombres que pescan y suben andamios y a los 50 ya casi no pueden andar, al ver a las mujeres que aunque flacas siguen amamantando y al ver a los niños, desnutridos y panzones pateando un balón y sintiéndose ‘’cracks’’ como Cristiano Ronaldo y Messi, ver estas cosas me inspira muchas cosas, en primera un gran afán de querer dejarlos ahí, conservando la alegría de niños y que nunca tuvieran que conocer el egoísmo, el olvido, el hambre y las otras perversidades del capital, pero eso sería irrumpir el ritmo de la vida, además estoy segura que ellos ya conocen a groso modo algunas cosas de esas.


Pero aun así les pido que no me digan que no hay esperanza,  aquí y allá seguimos siendo necios, unos queriendo ser felices cuando todo está en contra, y otros queriendo educar en medio de las trincheras, conocer Guapi significo para mi entender la necesidad de pensar históricamente, porque como dijo Eduardo Galeano: ‘’Los científicos dicen que estamos hechos de átomos pero a mí un pajarito me dijo que estamos hechos de historias’’ y es necesario recogerlas, para visibilizar, para creer y para seguir adelante en esta aguerrida defensa de la alegría, de la alegría de educar.

No podré olvidar a los niños quiénes al saber que me iba estremecieron sus caritas pidiéndome que regrese algún día regrese ni a la marimba de Don Silvino, ese viejo que a pesar de no poderse mover seguía tocando enérgicamente la marimba o las palabras de Don Nemesio Ramo que me contó cómo fue desplazado por paramilitares, una parte de mí se quedó en Guapi, y la otra promete volver, porque ese pedacito de tierra y río olvidado me recordó lo que es llorar de alegría aunque las condiciones sean adversas.

“Podrás perder mil batallas pero solamente al perder la risa habrás conocido la auténtica derrota”

 ―Ho Chi Minh






viernes, 26 de junio de 2015

Los Sueños

Sueñan los opresores con disparar y asesinar sueños
Esperan bombardear toda esperanza
Desangrar los sueños a cuchilladas
Encerrar las palabras que incendian el hielo
Y que estallan al abrir las bocas

Y cae uno, luego dos

La lluvia de balas llega con granizo de pólvora y plomo
Caen tres y caen cuatro
Y los niños de un solo golpe dejaron de serlo
Caen cinco, seis, ocho, nueve y hasta diez
Y nuevamente se desangra la nación Y nuevamente la patria encerrada
Queda incinerada de sus alas

Sueñan los sucios en orinarse en nuestros lomos
En matar a los hambrientos e ignorar el hambre
En revolcarse entre papeles verdes y en su misma mierda
Porque las heces de la élite son privilegiadas
De no salir de un pobre con culo inculto

Caen once, doce y dieciséis
Y nos mean pero nos juran que está lloviendo
Veinte, veinticinco y treinta
Se desbordan ríos de lágrimas que no alivian las sequías del Casanare
Ríos de lágrimas que no sirven para calmar la sed de la Guajira
Cuarenta y cinco, cincuenta y dos
Y otra vez se follan a la mujer de la balanza

Sueñan con follarse a la mujer de la balanza
Una y otra vez
Ya que al fin y al cabo tiene los ojos cubiertos
Para no darse cuenta quién la cogió primero.

Y sueñan los cerdos con comer gratis
Y después mearse sobre nuestras nubes
 Y jurarnos que está lloviendo agua pura
Que viene siendo lo mismo, nos creen privilegiados al rociarnos con su orina

Y caen cien, ciento veinte y doscientos
Y los niños de un solo golpe dejaron de serlo
Caen trecientos, cuatrocientos y siguen cayendo
Y nuevamente se desangra la nación
Y nuevamente la patria encerrada
Queda incinerada de sus alas


 ¿Qué soñamos aquí abajo? 

 ¿Cuándo se harán realidad nuestros sueños?
 ¿Cuándo cambiaran los muertos de bando? 
 ¿Cuándo le quitaremos al capital el derecho a la violencia? 

Ya viene siendo hora, ya llegamos a los mil 

Ya los hemos superado. 
Y siguen cayendo. 
Y siguen creciendo las cifras 

Tres mil 
Cuarto mil 
Cinco mil 

¿Estás vivo? 
Quizá no lo estés por mucho,
Porque aún siguen cayendo. 
Seguimos cayendo.

jueves, 25 de junio de 2015

Justificación

Aveces me  pregunto el porque escribir y el porque escribo si a la final nadie me lee, escribo por mi principalmente, para liberarme porque que el papel no me juzga, porque la escritura no es moral o inmoral, sólo es escritura. Escribo para no morirme, para aguantar la miseria y la mierda del mundo, la mierda tan maravillosa que me empuja a seguir adelante, así que esto es la justificación de porque escribo aunque a veces duele, en especial cierto texto que inicia hace casi 4 años ya y las letras siguientes son eso, su introducción y su justificación:

Escribo esto porque la vida al fin sigue su curso, el río retomo su cauce la tierra recupera su rotación común. Algunas letras vuelven a escribirse, el horizonte sigue alejándose y las historias del pasado repercuten el presente, pero se reinventan, se transforman.


Es menester remembrar las tardes naranjas y violetas, las calles, los andenes sucios en los cuales se veía morir el día mientras el futuro parecía escaparse de las manos, las canciones, las madrugadas de mirar el techo con los ojos inundados, los días de sentarse en el puesto a mirar por la ventana, las botas embarradas y la poesía en los pasillos; los poemas de Neruda, los cuentos de Wilde, las obras de Brecht, recordar la impotencia, los cuadernos, los malabares y las narices.


Remembrar los golpes, los gritos, el miedo y por el contrario también la osadía, recordar los zapatos empolvados, la cama frente a la ventana, los murales que iluminaban ciertas calles de penumbra, los significados, los compañeritos con los que se compartía la lonchera y con quienes corría en los recreos, remembrar el ''indigente'' (¡Qué palabra más fea! suena como a indigno de estar en la gente y no, nada de eso.) y los sueños del 2009, 2010, 2011, 2012, 2013 y que hasta el momento parecen seguir intactos.


Recordar las mujeres combatientes, las mentes brillantes y los magos que nunca conocieron su magia, las nostalgias, los sueños, los desgarros, los primeros pasos y las primeras letras, las violetas, las palomas, las mariposas y los juegos, las pañoletas y banderas, las bufandas y las capotas. Las clases de física, el vendedor de helados con una bebita en un cargador, el lustrabotas con tanque de oxígeno a la diestra de su banquito.


La vida sigue su curso, no podemos matarla. El hoy es un producto de los ayeres, y tampoco puedo negarlo, es necesaria la catarsis, el lapsus, los baches, las caídas, es necesario recordar para poder al fin un día con nuestras manos encausar la vida que a veces quiere desbordarse es lo que tenemos, es lo que somos; Historia, memoria, memoria beligerante.


Algún día miraré la lluvia a través de la ventana y también a las palomas grises que coincidirán en ella y oiré las canciones mientras veo los años y el amor. Por ahora es momento de abrir las ventanas y pararse erguida, dejándose fluir.




miércoles, 24 de junio de 2015

La Necedad.

Y sí, les pintaremos un trocito de cielo
Así sea en papel celofán
Para que puedan y podamos volar
Libremente, dónde no hay dolor
Ni miseria, ni injusticias, ni miedo.

Allí estaremos, todos.
Estarán con nosotros los niños
Obligados a nacer con las alitas rotas
Cuando un día sintieron hambre
Y descubrieron que no eran los únicos 
Con las pancitas encalambradas

Y entonces florecerán de nuevo
Las flores que arrancaron burdamente
Y juntos cantaremos fuera de los juzgados.
De las prisiones, de los barrotes y los miedos.

Los niños ya no tendrán hambre,
Y los adultos ya no perderán la vida antes de morir.
Estaremos, tu y yo, estaremos todos
Sabiendo que habremos cumplido

Y podremos reír y cantar aún más alto
soltar los últimos suspiros y al fin descansar
Habremos hecho historia antes de ser olvidados.
¡Buenos días mundo de mierda!
SEGUIMOS SEMBRANDO MARAVILLAS.