domingo, 28 de julio de 2013

Jugar a ser humanos

Y esa fue la mañana en que decidimos jugar...
Jugar con llamas pálidas y de algodón
Jugamos a ignorar que en nuestros bolsillos no había mucho, más bien nada
Jugar a reir y a deambular tremulamente por calles pintorescas que parecían interminables
Mis mejillas estaban cansadas y adoloridas pero no importaba porque el dolor se anestesiaba a la hora de seguir riendo
Jugamos a olvidar, que ya no quedaban camisas para planchar y que no había dinero, jugamos a alejarnos del resto; jugamos a ser dos, tres y hasta cuatro
Jugamos a ser nosotros, usted, yo, un libro y otro libro Conectamos nuestros mundos y se sincronizaron en un instante, jugamos a romper canones y darnos cuenta de qué éramos dos almas sonámbulas, dos niños que no se querían dormir todavía, acurrucados que jugaban a darse calor mutuamente que jugaban a apaciguar sus penumbras y retorcijones con risas absurdas y retóricas entre sí, jugamos a ser dos y a ser uno, ese fue el día en que decidimos jugar, jugar a ser humanos en medio de personas, que sólo eran gente, jugamos a ser humanos, en medio de la nada... Jugamos a ser humanos. 

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