lunes, 30 de junio de 2014

Yo tengo un hermano muerto.

‘’Yo tengo un hermano muerto ¿Quién no tiene un hermano muerto?’’

Quisiera haberlos podido guardar en mis bolsillos, mi falda no tenía bolsillos y los bolsillos de mi chaqueta eran pequeños, osea que no pude guardarlos a todos. Tengo hermanos muertos, y padres y madres también y si algún día me embarazo mis hijos nacerán muertos.

Mi mochila estaba repleta de ellos y ya se estaba desbordando, allí guardaba a mis hermanos muertos, los del barrio, la selva, la sierra, el pueblo, los valles. Allí también estaban los de la Ciénaga en aquella huelga bananera en el 1928, los que andaban por Bogotá en Abril del 1948 cuando una bala cobarde apago la luz de esperanza que irradiaba el caudillo, los que nadaron en los mares de sangre hasta el 1957, mis hermanos de Suachá en el 2008, los que cayeron en las convivir, allá en el lindo Medallo de 1982, en mi mochila estaba un Cura que no usaba sotana, estaba un flaco costeño, también estaba un hombre de camisa roja ‘’¡Siempre adelante, ni un paso atrás!’’ Solía decir.

En ella yacían varios jóvenes,  estudiantes de educación, de medicina, derecho, matemáticas y de sociología y de otras tantas carreras que omito para no extenderme, también abandonaban la vida adolescentes que usaban uniforme de colegio.

Estaban también al borde de ella los de la Guajira y el Casanare, desnutridos y deshidratados, hambrientos y enfermos, los de Rio Blanco en el Tolima, en el Catatumbo,  El Salado, Sucre y Bolívar que vieron arder sus casas y a sus hijas azotadas y cruelmente penetradas por hambrientas bestias de sangre y placer.

Y se van derramando, los del campo y la periferia…
 En mi mochila no cabían más hermanos muertos, ya estaban los de Abadía Méndez, los de las AUC, los de unos Castaño, el ejercito y la policía también me dejo varios, los de Álvaro Uribe Vélez, Los de Juan Manuel Santos, los de Chiquita Brands, Pacific Rubiales, Anglo Gold y DRUMMOND.


¿Por qué no pude tener bolsillos más grandes para haber guardado a mis hermanos? ¿Porque no alcancé a meterlos en mi mochila antes de su último latido? ¿Por qué no nací antes? ¿Por qué tengo que guardarlos y cargar con ellos a diario? Y si Dios me dotará un manantial en mi cabeza y se desbordara por mis ojos ¿Podría llorarlos a todos?¿Cuántos muertos más habrán?  ¿Cuántos más hubo? ¿Por qué no tengo bolsillos más grandes para poder guardar a los que luchan? y  así protegerlos de la tiranía del imperio represivo.

Coceré grandes bolsillos,  a ver si puedo tener más hermanos vivos y menos muertos, pero igual no depende de mi, depende de nosotros que evitemos que ellos nos sigan matando, digo nosotros porqué sé que yo también soy la hermana muerta de alguien, han intentado matarnos, pero seguimos naciendo hijos de la justa rebeldía y cuando cae uno reencarna en otros cien.

Quizá no dormiremos tanto de ahora en adelante,  pero siempre estamos soñando, soñando despiertos, alertas y con los ojos bien abiertos, para que algún día ya no hayan más hermanos muertos, el miedo no será una forma de dominación de los opresores y arderán perpetuamente las barricadas si es necesario para que el miedo cambie de bando.

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